viernes, 24 de abril de 2015

Medios de (in)comunicación

Desde el establecimiento de Internet para su uso comercial (principios de la década de 1990), y de la utilización del correo electrónico como medio de comunicación por texto, han sido varias las herramientas que han surgido para posibilitar la mensajería instantánea, o lo que se conoce habitualmente como chat. Voy a mencionar quizás las más conocidas, o las que más he utilizado yo, aunque hay muchas otras:

Nexus 4 (2012)
  • Microsoft Messenger. Desde el año 1999. Actualmente sustituido por Skype, tras la compra de esta empresa por parte de Microsoft, en el año 2011.
  • Chat de Facebook. A partir de 2004.
  • WhatsApp. Desde 2009. Facebook compró WhatsApp en febrero del 2014.
Con la aparición de los teléfonos inteligentes o smartphones a mediados de los años 2000, estas herramientas de mensajería instantánea se han hecho omnipresentes. Es fácil observar cuando uno va en transporte público como casi todos los viajeros estamos bien concentrados en nuestro terminal chateando con alguno de nuestros contactos sobre algún tema importantísimo...

Carta y sobre
Antes de toda esta revolución el sistema más utilizado para la comunicación por escrito eran las cartas. Yo pertenezco a una generación que hemos utilizado ambos sistemas: el método tradicional y el nuevo. Aunque hoy día conviven los dos métodos, está claro que estas nuevas herramientas han cambiado mucho la forma de interactuar entre nosotros, ¿para mejor?

Creo que como sucede con todos los avances tecnológicos, en algunas cuestiones sí, y en otras no. Pienso que los enamorados que hoy se pasan el día escribiéndose mensajes a cada instante no por ello se quieren más que los que se carteaban hace 30 años...

Hoy día hay una saturación de comunicación. Como es tanta la comunicación que hay, acabamos hablando muchas veces de cosas que no tienen importancia. Hablar de cosas sin importancia también es necesario, aunque creo que lo que no es necesario es hacer un abuso de este tipo de comunicación. Creo que así se pierde un poco la esencia original de la comunicación, que es transmitir ideas o sentimientos.

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